La verdad es que esta entrada la he escrito muchas veces en mi cabeza, pienso las palabras, las borro, ahora trato de llevarlo a lo físico sin saber aun si la publicaré o no, a si que si estas leyendo esto, me armé de valor para abrirme y presentarte a uno de los demonios que vive en mi cabeza...
Siempre he hablado de mis demonios, que son esas cosas que estan dentro de mi y en ocasiones me impiden ser feliz, ir tras de mis sueños, aislarme.
Hablaba de pelear contra ellos, de hacer un cambio en mí y si bien es cierto algunos los vencí, otros se disfrazaron de buenos amigos y me llevaban por un camino erroneo...
Si bien recuerdan, el año pasado comenzó todo, hice cambios tanto internos como externos, me corté el cabello, lo teñí un sin número de veces y comencé un regimen alimenticio.
Comencé a buscar dietas por mi cuenta en internet, dietas realmente absurdas del tipo: "baja 3 kilos en 3 días" llené mi teléfono de aplicaciones que contaban las calorías que consumía y que gastaba segun la actividad física del día, descargué apps que te mostraban chicas delgadas, mi teléfono se convirtió en mi complice, que bajo el patron de seguridad se convertía en mi mejor aliado Y ahí comenzó la historia... Mis comidas se basaban en atun en agua cuando me daba el privilegio de comer y pepinos, porque el pepino solo tiene 16 kcal, había ocasiones que solo me alimentaba de agua y me repetía a mí misma: "No tengo hambre, tengo sed", Para mí cada despertar era tomar la cinta métrica y ver si había perdido algun centimetro. Pasaba las noches en tumblr faveado fotos de chicas delgadas, deseando ser como ellas, deseando tener unos "collar bones" deseando ser así de perfecta, inclusive hice un blog donde relataba mis dietas diarias y más chicas segían compartiendo esa admiración por mí... Y en ocasiones, terminaba llorando, había días que me iba a la cama a las 7:00 am, caí en una depresión bastante severa.
¿Y como es que nadie se dió cuenta? Mi esposo tenía un trabajo muy demandante, se iba a trabajar a las 7:30 y volvía hasta casi las 21:00, cuando el llegaba le decía que ya había comido y cenado, que lo que quedaba era para él, ¡el crimen perfecto! No estaba trabajando, así que me permitía el estar agotada, y para los demas, nunca cambié, seguía siendo la misma persona de siempre...
Resultado, 8 kilos menos... más los 7 anteriores, daban un total de 15 kilos menos...
Más un día en medio de mis llantos de madrugada me pregunté: ¿Esto es mi felicidad? De verdad, ser una mejor versión de mí me iba a hacer tentir así? El hambre, el cansanció, mi mal humor, las lágrimas... no era lo que yo quería.
Leí muchos artículos, muchos blogs, me sacudí la cabeza y enfrié mi mente, eso que sentía no era amor propio, solo me estaba arrastrando a la destrucción, esos demonios de los que tanto presumía estar venciendo, me habían hecho una mala jugada y yo como tonta, caí en ella...
Y casí por iluminación divina, entendí que: mi peso, no define la persona que soy, que el ser gorda no signifíca que no me quiera, entendí que... nunca me enfermo, tengo mis extremidades enteras, mi vista de maravilla, mis estudios sean de azúcar, presión, etc siempre dan en rangos normales... mi cuerpo es totalmente funcional! es hermoso! es perfecto tal y como es... no me mal interpreten no quiero decir que quiero ser gorda y eso me hace feliz, simplemente pues eso... que tengo tantas razones para amar mi exterior. Lo que me define son mis emociones, mis sentimientos, mis acciones, mis sueños, mis propositos, eso es quien realmente soy, no un número en la bascula.
Y volví a comer, borré las apps, deje de rebloggear tantas negatividades (a veces vuelven, segun el día), fuí a la playa y me quité la blusa quedandome en sujetador, jugué en las olas, recogí conchas y lo último que me importó fue si alguien miraba o no mis carnes, simplemente, disfruté el momento y ahí lo comprendí...
No podía perder más tiempo intentando ser perfecta, no podía pasar mas tiempo dañandome, mi vida está llena de tantas bendiciones, las cuales estaba perdiendo por ser aceptada por gente que a lo mucho me puede regalar likes en facebook.
No se quien eres, ni como llegaste aquí, no se si hayas pasado una situación similar, pero si lo estas solo ¡Amate! De verdad, tú eres más que un número, más que medidas "perfectas", conoce esas virtudes que realmente definen la persona que eres, pide ayuda si crees necesitarla.
Nunca es demasiado tarde, para comenzar a amar la persona que eres...
Links bonitos
http://www.upsocl.com/mujer/ser-delgada-no-me-hizo-felizser-gorda-si/
http://yo-lolita.blogspot.mx/2014/01/aceptar-la-gordura.html
Siempre he hablado de mis demonios, que son esas cosas que estan dentro de mi y en ocasiones me impiden ser feliz, ir tras de mis sueños, aislarme.
Hablaba de pelear contra ellos, de hacer un cambio en mí y si bien es cierto algunos los vencí, otros se disfrazaron de buenos amigos y me llevaban por un camino erroneo...
Si bien recuerdan, el año pasado comenzó todo, hice cambios tanto internos como externos, me corté el cabello, lo teñí un sin número de veces y comencé un regimen alimenticio.
Y comencé a bajar de peso, al rededor de 7 kilos con el nutriologo y me sentía feliz, me sentía bien conmigo, estaba "peleando contra el demonio de mi obesidad" y de verdad estaba ganando, estaba haciendo cosas por mí, porque siempre me lo decían: "Estas gorda, ¿por que no te quieres?" Me estaba queriendo o por lo menos... eso creía
El problema vino cuando por falta de tiempo dejé de ir al nutriólogo. Me asusté, tenía miedo de recuperar los kilos, amaba demasiado como la gente me hacía comentarios positivos, me gustaba que dijeran lo mucho que admiraban mi fuerza de voluntad, los aplausos, los "oye te ves muy bien, estas adelgazando?", Amaba que les dijera que había bajado 7 kilos y se impresionaran, me gustaba esa atención... No quería perderla, no quería dejar de ser admirada...
Y fue ahí cuando el demonió llegó con todas sus fuerzas...
¿Y como es que nadie se dió cuenta? Mi esposo tenía un trabajo muy demandante, se iba a trabajar a las 7:30 y volvía hasta casi las 21:00, cuando el llegaba le decía que ya había comido y cenado, que lo que quedaba era para él, ¡el crimen perfecto! No estaba trabajando, así que me permitía el estar agotada, y para los demas, nunca cambié, seguía siendo la misma persona de siempre...
Resultado, 8 kilos menos... más los 7 anteriores, daban un total de 15 kilos menos...
Más un día en medio de mis llantos de madrugada me pregunté: ¿Esto es mi felicidad? De verdad, ser una mejor versión de mí me iba a hacer tentir así? El hambre, el cansanció, mi mal humor, las lágrimas... no era lo que yo quería.
Leí muchos artículos, muchos blogs, me sacudí la cabeza y enfrié mi mente, eso que sentía no era amor propio, solo me estaba arrastrando a la destrucción, esos demonios de los que tanto presumía estar venciendo, me habían hecho una mala jugada y yo como tonta, caí en ella...
Y casí por iluminación divina, entendí que: mi peso, no define la persona que soy, que el ser gorda no signifíca que no me quiera, entendí que... nunca me enfermo, tengo mis extremidades enteras, mi vista de maravilla, mis estudios sean de azúcar, presión, etc siempre dan en rangos normales... mi cuerpo es totalmente funcional! es hermoso! es perfecto tal y como es... no me mal interpreten no quiero decir que quiero ser gorda y eso me hace feliz, simplemente pues eso... que tengo tantas razones para amar mi exterior. Lo que me define son mis emociones, mis sentimientos, mis acciones, mis sueños, mis propositos, eso es quien realmente soy, no un número en la bascula.
Y volví a comer, borré las apps, deje de rebloggear tantas negatividades (a veces vuelven, segun el día), fuí a la playa y me quité la blusa quedandome en sujetador, jugué en las olas, recogí conchas y lo último que me importó fue si alguien miraba o no mis carnes, simplemente, disfruté el momento y ahí lo comprendí...
No podía perder más tiempo intentando ser perfecta, no podía pasar mas tiempo dañandome, mi vida está llena de tantas bendiciones, las cuales estaba perdiendo por ser aceptada por gente que a lo mucho me puede regalar likes en facebook.
No se quien eres, ni como llegaste aquí, no se si hayas pasado una situación similar, pero si lo estas solo ¡Amate! De verdad, tú eres más que un número, más que medidas "perfectas", conoce esas virtudes que realmente definen la persona que eres, pide ayuda si crees necesitarla.
Nunca es demasiado tarde, para comenzar a amar la persona que eres...
Links bonitos
http://www.upsocl.com/mujer/ser-delgada-no-me-hizo-felizser-gorda-si/
http://yo-lolita.blogspot.mx/2014/01/aceptar-la-gordura.html
Yo escribi algo parecido acerca de mi gordura, aunque no hable de amarme, si no de la forma cruda que pienso de mi gordura.
ResponderEliminarY si, yo tambien lei ese post de Nadia *-* es amor.
Ahorita, estoy en el proceso de aceptarme como estoy. Y sobre todo amarme.